Muchas veces me han preguntado: ¿en que te inspiras para escribir un poema?. Por más que intento explicarlo y decir que todo el mundo está capacitado para hacerlo, y que solo hay que tener la voluntad de hacerlo. Nadie me hace caso.
Esta claro que todos no podemos ser Neruda, Becquer, Pesoa, Lorca, Juan Ramón..., ni podemos pretenderlo, pero dentro de cada persona, con la capacidad de sentir, hay un poeta. Tan solo tenemos que dejarlo salir.
El video poema de este finde habla del nacimiento de un poema.
Un poema.
Te quema la pluma entre los dedos,
te ronda una idea en la cabeza,
tus labios fingen con sutileza
versos que no conforman tus credos.
Tal es así, en este mal enredo,
la fe altiva vence a la paciencia
la malicia rinde a la inconsciencia,
y sobre el blanco de algún papel
surge lento el esbozo de aquel
que quiere contarnos su vivencia,
y descifra inconsciente el secreto
clave que desvela la madeja,
de la duda fija, arcana y vieja
del tú me quieres o yo te quiero.
Abierto el pecho en un hiero o muero,
la casa de par en par abierta,
se expone al mundo la vida incierta
para alimañas y carroñeros,
sin saber quién se expuso primero,
si el poema escrito o la conciencia.