domingo, 31 de octubre de 2021

 ¿Quién dijo que la poesía no podía ser terrorífica?


OCURRIÓ EN HALLOWEEN

 

Cuelga de la manilla de la puerta,

del vestido ajado, un retal de seda.

 

Aún vestigio del negro color,

del aroma de perfume de rosas.

 

Habla de la urgencia ciega en la huida

de aquella que portó el textil sustento.

 

Como si por ir deprisa, corriendo

desvaneciera raudo su pavor.

 

Como si por dejar atrás, muy atrás,

el filo que templa el cuerpo sin nombre,

sobreseyera su culpa sin pruebas.

 

Todavía resuena en su cabeza

las palabras que exhalaron sus labios.

 

¿Me matas?¡Ay! ¡qué triste es morir solo!

 

Le persigue la soledad dejada

sobre el suelo arlequín de aquel hostal.

 

Cada noche espera el golpe de aldaba

lo intuye duro, seco, negro y solo

como sola se queda en cada sueño

sobre el suelo arlequinado de hostal.

 

Espera de su asesino compaña,

—templado ya el frío acero en su cuerpo—

mientras este huye y engancha su ropa

en la impía manilla de la puerta.


domingo, 24 de octubre de 2021

 

Este sábado tuvimos Tertulia de Puertas Abierta, la celebramos, como es costumbre desde que entramos en pandemia, en nuestro Rincón de la Poesía del Parque  Genovés. Fue una mañana agradable en compañía de gente querida y admirada. Se leyeron textos de elevada calidad y emotividad, ora prosa, ora poesía. El tema de este mes era “La empatía”, tema que dio lugar a diversos planteamientos, discutibles y discutidos con sumo gusto y educación, cada cual exponiendo su respetable punto de vista al respecto. Fueron casi cuatro horas pero se pasaron en un verbo…en este caso: el verbo EMPATIZAR.

Mi videopoema de este finde, como no podía ser de otra forma, es mi granito de arena a la Tertulia.


EMPATÍA

Siendo la yesca que me perturba

con tu mal agudo y penitente,

prendiendo en la paz de mi celeste

nubes rojas y rojas lunas.

 

Siendo la frente que ironiza

la batalla afín de mis consuelos,

lesos los ángeles de mil cielos,

leso el epígrafe de mi tumba.

 

Y siendo al final mi contrapunto,

la acera de enfrente de la mía,

eclipse que ahoga la luz del día,

acopio de riñas y exabruptos,

No puedo más que comprenderte.

Alguna vez, seré yo el de enfrente.


sábado, 16 de octubre de 2021

 Hoy, Juan Delgado y Concha, José Mari Jaén, José Manuel Misea y el que suscribe, miembros de la Tertulia Puertas Abiertas, acompañamos a Paco Velázquez a la presentación, en la Peña Flamenca Guitarra Poética de Conil, del cartel y sello de correos conmemorativo del VII Encuentro Poetas de Ahora.

 

Todo transcurrió de forma agradable, conforme a lo previsto: bienvenida del Sr. Alcalde de Conil, del Presidente de la Peña Flamenca y las palabras de nuestro querido Paco Velázquez.

El final y broche de oro lo puso un magistral tocaor de la guitarra flamenca, un maestro de cuyo nombre no puedo acordarme, lo que es cierto es que nos supo a muy poco y nos quedamos con ganas de mucho más.

No obstante, conforme nos fuimos marchando, se volvieron a oir los sones de su guitarra y una voz gitana, rota, plena de sentimiento y de gusto flamenco; rompió silencios y charlas cantando unas soleas por bulerías que, aún con tan solo recordarlas, me pone el pelo de punta.

Era uno de los nietos del Abuelo Agujetas, cantaor jerezano emigrado a Rota. Sangre pura de fragua que, cerrando el detalle por fandangos, nos hirió el alma andaluza a los presentes.

Gracias Agujetas, espero coincidir contigo y con tu generosidad al cante muchas más veces. Va por ti mi videopoema de este finde.


EL AGUJETAS

La mañana de sello y poesía

surgen acordes, soleá y Agujetas,

arde en la garganta, roteña y seca,

clásico el son, final por bulerías.

 

Negra la muerte, negra la agonía

verso a verso aparece y se desangra

colgada del bordón de la guitarra,

lágrima gitana, la pena mía.

 

Entre copas y charlas va calando

el quejío más puro y doloroso

de la fragua que el yunque va fraguando.

 

Ritmo marca sobre el roble afanoso

quien la tertulia silenció cantando

con el flamenco viejo y generoso.



domingo, 10 de octubre de 2021

Todos somos bien y mal, ying y yang, la maldad extrema no nos sirve, ni la bondad extrema tampoco. La primera: porque o matas, o te matan, la segunda: porque te toman por tonto. En  medio, infinitos pantones y colores, inabarcable escala de grises que nos aporta necesarios contrastes para poder elegir, para poder tomar una decisión, para saber distinguir. Nada es puramente negro o blanco.


Yo, nada sin ti; tú, nada sin mí

¿Somos acaso hijos de un mal menor?

siempre evitando ser en este mundo.

Los talentos  son siempre volitivos

callos de la razón y la conciencia,

el hábito que no hace al monje.

Surgimos de los estados del alma:

ora maldad, empapada de astucia

ora bondad, paz y sabiduría.

Si funden en perfecta proporción:

creadoras de belleza y armonía.

El placer, subordinado del bien:

carece de pasión y picardía;

si del mal: razón violentada y ausencia,

merma de conformidad y empatía.

Nada es sin su contraste

Yo nada sin ti.

Tú, nada sin mí.

Tú, ora maldad, ora bondad.

Yo, ora bondad, ora maldad.

domingo, 3 de octubre de 2021

Como si fuera un día más, pasé frente al Patio de Santa Teresa y vi las máquinas cubriendo de alquitrán miles de historias que yacían en el albero dormido bajo el antiguo asfalto. Hoy, lo que marcábamos con una sudadera a modo de portería, aparecía dibujado de plaza de aparcamiento, lo que era nuestro reino infantil, nuestro centro de aprendizaje, nuestro trozo de libertad pasaba a ser un simple parquin con reja de entrada.

Me vinieron a la mente momentos dormidos en el subconsciente y estos me inspiraron el videopoema de este finde. ¡Va por vosotros, mis niños de Santa Teresa!



YO NIEGO HABER SIDO NIÑO

 

Yo niego haber sido niño, simplemente fui feliz.

 

Una destartalada bicicleta, de mi vecina Ana,

llenaba las sombras de las tardes de verano.

 

El Leo, sobre el felpudo de mi puerta,

conjugaba el verbo “siesta”.

 

El cuero abrasivo, de un balón remendado,

bastaba para vestirnos de zamarras varias

al alimón del equipo de nuestros amores.

Cada uno el suyo.

 

Los pollos en estío

y los pavos blancos navideños,

nuestro pequeño zoo

a las puertas de la carnicería de Curro.

Curro debió de nacer con un habano en la boca,

malabares de ceniza,

¿cómo no caía nunca

en el bol de los chicharrones?

 

Y el puesto de Luis,

los cheiws, los bazoocas,

las cotufas, las pipas

y los flash golosina:

mi rico helado,

del congelador,

lo saco congelado.

Los cromos de la liga,

Amancio, Gento, Pirri

Reina, Asensi, Rifé,

Manolín Bueno, Migueli,

Andrés, Baena...

 

El papel de estraza de Ultramarinos Abascal,

detrás de la vitrina,

a Antonio, chicuco santanderino,

no se le escapaba una.

"Antonio dice mi madre:

que me des dos quilos de papas y una casera a cuenta"

"Pues dile a tu madre:

que para su cuenta ya me falta papel".

 

Y así pasaban los días.

 

Las colonias de chiquillos

atravesando nuestro patio

camino de la playa.

 

el cruce de miradas

desafiante con los niños,

guiños y sonrisas con las niñas

en los amaneceres adolescentes.

 

Y, Esperanza, dame un poquito de agua.

 

Y Mame acordándose de nuestros parientes

si marcábamos la silueta del balón

sobre sus tendidas sábanas blancas de añil.

 

Y Enrique, con sus gritos ininteligibles:

¡shissss!, ¡niño, niño, niño!...

 si nos acercábamos, más de la cuenta, a su coche.

 

Y, ¿vecina tu me has llamado?...

 

Los tapones, el trompo, la lima…

nuestra vuelta ciclista a España,

montada la ilusión,

sobre latillas de Cruzblanca.

 

Wili, Kiko, Chichi,

Pascualín y Manolín, Andresín,

Antonio Leal, Selu, Paquito

Fernando Bermudez,

Manolo Mancheño, Jesús,

Los niños de Ana la Grande,

Los Salados, Luisito, Pepe el Yuyu,

Dieguito…

y otros que no me acuerdo

y otros de los que no quiero acordarme.

 

Nos fuimos marchando.

Conforme la pubertad llegaba

nos fuimos marchando.

Y yo nunca fui niño, simplemente fui feliz.


El tiempo pasa, lo perdido no vuelve y los sueños no esperan...(Click sobre enlace o imagen para ver el videopoema) El tiempo pasa, lo perdi...