domingo, 26 de septiembre de 2021

 ¡Silencio!, ¿Es que no lo oís?, es la Tierra que nos habla en boca de fuego y fango. No podéis decir que no os ha avisado, la Tierra no es traidora...


La tierra habla en boca de fuego y fango.

Desbroza laderas, cobra riveras,

cubre nuestras miserias y genera

un nuevo mundo, a estrenar, sin memorias.

 

Si la tierra ruge, hasta el león calla

Y si la tierra enjuga al cielo abierto

no sé el cauce que contenga su lengua,

la lengua de los idiomas perdidos,

de seres capaces de la sorpresa

depositada en cada amanecer.

 

Resuenan, tras el rumor del volcán,

sones ancestrales de noche humana,

loas, rezos y cantos dedicados

a la montaña que se traga el sol.

 

En el alba primaria de los tiempos

el agua era solo agua, y no avenida

y el fuego y el volcán eran creación.

 

En el alba, el humano era uno más.

Hoy, cuando la tierra nos habla y grita,

sus palabras tan solo constituyen

nuestra egoísta medida del desastre.

sábado, 18 de septiembre de 2021

En el videopoema de este finde me ha dado por tratar un tema tabú, impulsado por una conversación que he tenido con mi amigo poeta y maestro Manuel Rivera, que, en tertulia literaria mantenida con sus colegas poetas de Tarragona vinieron a tratar el suicidio, ese gran desconocido y que por mor de, entre otras causas, la incapacidad de esta humanidad de aceptar el fracaso, la crítica, la contraria y la necesidad de vivir en la inmediatez del reconocimiento de un éxito efímero, de vivir a expensas de "likes", se ha convertido en una lacra ignorada por los medios de incomunicación.

 

En España, en lo que llevamos de 2021, han aumentado los suicidios un 3,7 % con respecto a 2020. Si lo extrapolamos a nivel mundial: Una persona se suicida en el mundo cada cuarenta segundos. Algo está pasando a la puerta de nuestra casa y no nos queremos dar cuenta.

La poesía también vale para despertar conciencias y engrasar la máquina de pensar. He utilizado dos diosas de la mitología romana para ilustrar mis versos, una Euterpe, la diosa de la música y otra Libitina, la diosa de la muerte. Espero que os guste, o al menos os haga pensar, con eso me doy por satisfecho.


TODO DEPENDE DE UN PASO

 

Perfila Euterpe sones deslucidos

en el pentagrama en clave de Do.

 

El viento de la madera hecha oboe

interpreta con voz de despedida.

 

Danza Libitina en las azoteas

por los huecos de la ropa tendida;

busca a su mejor pareja de baile

en la decisión de un fundido a negro.

 

Adquiere el entorno tintes de drama,

ala delta planeando entre nubes,

estando la verdad a flor de suelo,

a flor de piel,

a flor de vida.

 

Desde el precipicio todo es vacío.

 

Una mirada atrás nos muestra el llano:

la amapola que atona al trigo verde,

azul de laguna bajo los pinos,

casa que dejas, vacía de ti,                                                                                                  

llena de incomprensión y descalabro,

de aquellas voces que lloran tu nombre.

 

Y todo depende de un solo paso.

viernes, 3 de septiembre de 2021

La depresión es enfermedad, pero los estados depresivos se pueden padecer sin necesidad de estar enfermos: por la pérdida de un ser querido, una ausencia, un desamor, un desengaño, una ofuscación, incluso el agotamiento físico o mental. El poeta, para transmitir, tiene que ponerse en la piel del sentimiento ajeno, existen diversas técnicas que ayudan a conseguir este estado. Yo aproveché el cansancio originado por el gozo de un día en Isla Mágica con mi sobrinilla Alejandra, para generar este triste poema sobre la depresión ocasional.



SALIR POR LA TANGENTE

 

Son la una en el carrillón de la sala,

desnuda el silencio y despierta el tiempo.

Sobre la mesa de camilla un sobre…

la solapa luce blanca sin nombres.

Una hoja rayada asoma como alas

que trasladan noticias a los vientos.

 

Llora por fuera el cristal del balcón.

 

La luz tardía tiñe el desconchón.

La pared parece que cicatriza

de una herida recibida a destiempo.

 

La gata carey curiosea ajena…

el estilete de su uña desbroza

la unicidad del sobre y su mensaje.

Renglones emborronados, tristeza

en lágrima que desenfoca letras

y escribe invisibles y leves versos.

 

Hace un bis el carrillón de la sala

y ya no llora el cristal del balcón.

 

Irisan la estancia las entreluces

que se escapan entre nubes y claros.

El desconchón jugando al escondite

con las sombras y la gata carey.

 

La sala se viste negro de ausencias,

ausente de ojos —la mesa camilla

muestra las palabras que nadie lee.

 

La puerta del balcón entreabierta

deja pasar al frescor vespertino,

pero así logra escapar un aliento.


 

El tiempo pasa, lo perdido no vuelve y los sueños no esperan...(Click sobre enlace o imagen para ver el videopoema) El tiempo pasa, lo perdi...