Las relaciones de pareja, normalmente, navegan entre luces y sombras. A veces, la penumbra no es más que el espacio de confort, el plácido lugar donde ambas se mezclan en ajustada proporción...
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PENUMBRA
Ya cantaba el gallo de una ambulancia,
aún no lucía la amanecida,
la recibí con los ojos insomnes
del sueño, que la noche no cumplía.
Desarbolada nao de la cama
por la mar arbolada de mi mente,
singladura de vueltas sin atraques,
demora del sentido de la vida.
Decidí nunca soltar las amarras
por no pender de la fuerza del viento,
aferrado a la estacha de su vientre,
aguardando, otra vez, la luz del día.
La penumbra al instante me consuela
no tengo elección entre luz o sombra.
ni ansío la libertad de elegir,
solo quiero, con mis ojos insomnes,
navegar la silueta de su cuerpo,
no vaya a ser que el alba se la lleve.
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