El erotismo es consustancial a la poesía, el ser humano se mueve en un tiovivo de interacciones eróticas, señas que imperceptible, involuntaria e instintivamente mandamos al ser deseado en forma de miradas y gestos, y así transmitimos nuestro estado de turbación aún sin quererlo, cuando no, lo hacemos a través de los versos de un poema cargado de intención, como lo es el videopoema de este finde.
Ayer fue viernes,
como podría ser cualquier otro día,
bajé por la ladera de tu cuerpo
como quien conoce el camino de vuelta,
sin dejar migas de pan
para perderme sin remisión
.
Tu cuerpo tiene senderos inhóspitos,
veredas no recorridas
en el canal de tu pecho,
curvas sin asfaltar,
montes sin señales de prohibido el paso,
ni de coto privado de caza,
árboles que dejan ver
la inmensidad del bosque.
El vórtice de tu ombligo
me hizo estremecer de vértigo,
su fuerza centrípeta
me atrajo como imán de neodimio.
Me di por perdido
en la isla de tu cintura,
caminé mil veces a su alrededor
para solo encontrar
un océano de sábanas.
Cuando me percaté
de lo inevitable,
sacié mi sed a sorbos
del elixir de esos muslos,
que son columnas de mi templo,
y descansé ahíto
sobre el tálamo de tu pecho.
Ayer fue viernes,
y aún ando perdido en ese ensueño.
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