A veces el amor se acaba y, por más señales que nos dé la pareja, no nos damos cuenta o no queremos hacerlo. (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)
Quise leer en su mano, entre líneas,
como quien descifra oculto mensaje,
el regalo de una vida en común.
Lo que me dijo el texto imaginario,
—en la palma de su diestra tallado—
lo desmintió el severo de sus ojos.
esos tan negros como el Vantablack,
la negrura de una noche sin luna,
la negra profundidad del Taam Jal.
Era un secreto desvelado a voces,
las voces que emitían sus miradas:
lo nuestro, si existió, ya se acabó.
Y yo enfrascado en el cruel aquelarre
de mano de su mano y su mirada,
de signos que su boca no mandaba,
no entendí que todo había acabado,
busqué el roce de sus labios,
aquel calor ausente de su cuerpo,
ese tiempo alguna vez malgastado,
el debe de los tequieros no dichos,
la razón perdida, verdad a medias,
el ego triunfante, luz apagada
y solo hallé su aroma en la almohada
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