Es cierto, es verdad, es autentico, es real ¿Cuántas veces hacemos alusión en estos términos a una realidad pragmática, asignándoles la categoría de "cosa buena"?, y no nos damos cuenta que esa realidad es la verdadera asesina de la ilusión, de los sueños, de la esperanza. La realidad sin más carece de alma, ahora bien, si esa realidad resulta de la plasmación de uno de nuestros deseos es la satisfacción máxima que podemos recibir. Noche y día en una misma realidad.
Aroma subjetivo del relente de sombras,
concreción objetiva de su origen.
La lógica de papel de lija,
que bruñe y retoca la fantasía.
La que denosta todo lo aparente
y deja sin sentido lo imaginario,
aquella que ignora lo solo posible,
la que deseca el lago de lo solo probable.
Platónica trascendencia de la experiencia,
bucle en que se pierden los sueños,
crudeza del mar,
traición de la tierra que tiembla,
grises que ocultan el azul del cielo,
la certeza de un mismo final,
la pobreza de ser solo lo que enfocas:
la realidad, tu realidad.
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