La habana y Cádiz, Cádiz y La Habana, dos hermanas siamesas escindidas por el bisturí de un cirujano de nombre Atlántico, pero que ni las guerras han podido separar. En sus genes comunes: familia, calle, duende, idiosincrasia, humor y gargantas que cantan los mismos sones y los mismos ritmos con distinto acento. Dedicada a estas dos hermanas va mi Guajira flamenca.
GUAJIRA FLAMENCA
Una sentencia me atrapa
en las barras de una pena
para cumplir la condena
de aquellos ojos ladrones
que al robar por los rincones,
de mi casa de La Habana,
se me llevo la mañana
que la viña apareció
vestida de Plaza Vieja.
Yo la miré entre las rejas
de aquella misma ventana,
de la habanera canalla,
que cantara Carlos Cano.
A la caloña el humano,
conduciendo el almendrón,
va buscando el malecón
que le robó una cubana
pintada en su madrigal
y que llora con desgana
to Cádiz y su Catedral.
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