7 de agosto de 2021
Cuantas veces nos hemos levantado de la cama sin saber ni tan
siquiera quienes éramos, donde estábamos y, sobre todo, si lo que habíamos
soñado era real.
UN VIAJE EN OCHENTA SUEÑOS
Me descubro, este amanecer, diferente.
Extraño la persona que fui ayer mismo
cuando decidí dar la vuelta a la vida,
en ochenta
sueños,
como Phileas Fogg cazando senderos.
Vuelo desnudo, sobre sábanas ingentes,
en los juncos entretejidos del globo
contra la insufrible ingravidez de un alba,
ausente de
credos,
estación y apeo de oníricos viajeros.
Tengo la sensación de ser otra mente,
la mía quedó prendida en el sosiego,
tan inconsciente y voluble, cansada y harta,
que es fútil jabón
y se pierde en la boca del fregadero.
Abro los ojos y susurro entre dientes:
la desnudez del cuerpo que habito
es la misma desnudez que ayer mostraba,
idéntico
aliento,
pero quien en mi despertó no es mi yo verdadero.
Me gustó mucho. Sigue así
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