Quizás ya no haya marcha a atrás, tal vez, alguna vez, seamos el pájaro Dodo en la galería de un museo arqueológico...(Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)
Permítame, que le
diga al oído,
que no me quedan
mimbres
para construir más
puentes.
Ahora soy como
aquel aire helado,
salpicando
ampollas de aceite hirviendo,
tallo espinoso
carente de pétalos,
el insulto cruel,
sin venir a cuento.
No, no soy capaz
de pedir perdón
ni puedo perdonar,
me suena a vacío
decir lo siento,
a venganza las
respuestas al daño.
Yo era olor a
musgo y candor de estepa,
era grito sordo en
la espesa niebla,
el indio ignorante
a la calavera,
el negro que no
sabía llorar.
Recuerdo haber
sido pájaro Dodo,
dormir bajo la luz
de las estrellas,
ser aullido del
lobo,
la mirada del
lince,
piel de la madre
tierra.
Pero sepa que no
me quedan mimbres
para construir más
puentes,
ahora soy humo y
fango,
infame isla de plásticos,
basura pasiva de
sus miserias.
Yo siempre mantuve
la fe en usted
y así quedé sin
credo,
me entregó a los
dioses en sacrificio
y los planetas
quedaron sin nombres,
recolecté sabia de
las secuoyas,
resina de pinares,
para hacer
kitsungi al cristal del mar
y todo eso fue
inútil.
Fue mayor su
estupidez que mi empeño,
y ahora no puedo
construir más puentes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario