No puedo haceros llegar el dolor tan inmenso que siento, se ha ido mi gatito Nero, ha formado parte indispensable de nuestras vidas durante casi dieciocho años y no se vivir sin sus maullidos y sin su cariño, con él se fue un trozo enorme de mi corazón. Dice mi amigo Manuel Rivera que el poeta canta lo que se pierde, yo no sólo lo canto, sino que también lo lloro. (click sobre enlace o imagen para ver videopoema)
NERO
Todo se me fue contigo, una vida entera,
las vigilias de tus llamadas,
el calor de tus torpes pasos,
las comidas compartidas,
tu cabeza en mi plato,
tu amor inmenso, sin contrapartidas,
un mundo bajo las sábanas,
guardián de la cocina,
compaña y consuelo.
Todo se me fue contigo, una vida entera,
fuiste una manchita en mi mano
para luego abarcarme entero,
ronroneo constante, amor sincero.
Tanto maullaste, que entendíamos tu lenguaje,
—el lenguaje de los ángeles—
te has ido y te siento en el silencio,
en cada esquina del salón,
en cada uno de mis momentos.
Todo se me fue contigo, una vida entera.
No sé si existirá un San Pedro gatuno,
pero si está, estará muy contento,
tu hermanita Yoru te hará el recibimiento,
aquí quedamos huérfanos de amor,
pero creyéndonos tu cielo,
cielo del cariño incondicional,
espéranos, nos encontraremos al final,
mi niño, mi hermano, mi amigo, mi gatito Nero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario