He creado este villancico, en forma de villanelle, para desearos una feliz Navidad y un año nuevo lleno de paz y prosperidad. (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)

VILLANELLE DE LA NOCHE EN VELA

Acércate a la candela

que tienes las manos frías

de estar to la noche en vela.

No tiene dientes ni muelas

el niño está desnudito

acércalo a la candela

Niña María consuela

a José le rinde el sueño

de estar to la noche en vela

Le traes miel y canela

pastorcillo en tu zurrón

acércate a la candela.

Los ángeles a capela

le cantan al niño dios

estando la noche en vela

bajo la luz de las velas

en el pesebre durmió

acércalo a la candela

que está to la noche en vela.

A todos los bebés que iban  llegando a mi familia, este poeta les hacía una nana. La última pequeñuela en aterrizar en este mundo es Martina, a ella va dedicada esta composición, que hasta me atrevo a cantársela, perdonad mi osadía...(Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)

A MARTINA

Una alondra le canta 

por la ventana,

a mi niña chiquita

cada mañana.

Dos ruiseñores

le hacen coro jugando

entre las flores.

Las luces de la calle

se van prendiendo,

la lunita se asoma

entre los cedros.

Noche de luna

se baña en el espejo

de la laguna.

Esponjita marina

en su piel morena,

jabón de glicerina

llanto sin pena.

No llores nena

calla y bebe los pechos

de tu madre buena.

Duérmete ya bien mío,

que arrecia el aire,

te quiere con locura

dice tu padre.

En la ventana

el canto de la alondra

ya suena a nana.

 Esta semana, el día cuatro de diciembre, se celebró el día de la bandera andaluza, nuestra Arbonaida. No quería dejar pasar esta ocasión sin dedicar unos versos a mi tierra. (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)

ANDALUCÍA

 

La tierra que suena por tangos,

la que llora por soleares,

que celebra por alegrías,

la que trajo, allende los mares,

milongas, vidaítas, y rumbas,

y habaneras y guajiras.

 

La verde, verde de olivares,

la blanca de sierras y arenas,

tierra que se traga sus penas,

lágrimas de Sierra Morena

en Sanlúcar se vuelven mares.

 

Pueblos de matices y acentos,

de cal fundida en sus paredes

y de azulejos cartujanos,

las buganvillas sus colores.

 

Es tierra con norte y con sur,

que no quiere ser sur de nadie,

por sangrar con su propia sangre,

orgullo de ser andaluz.

 Pase lo que pase (no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista) mañana siempre saldrá el sol… (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema).

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SALE EL SOL

Andamos por la senda vislumbrando la meta,

apenas disfrutamos los gozos del camino,

tropezamos una y otra vez con las mismas piedras,

con la vista altanera aceptamos el destino.

Navegamos sin estelas, proa a lo mudado,

capeamos temporales de mares rizadas,

nos acurrucamos siempre que llega la calma,

en farallones olvidados que son moradas.

Una tintada y disimulamos lo que es negro,

una careta dejamos sobre la almohada

para burlar a la suerte a pecho descubierto.

Aunque se anochezcan en los ojos las miradas,

y las campanas del pueblo toquen hoy por muertos,

tras las montañas, el sol siempre saldrá mañana.

Harto, hastiado estoy de ver como ineptos e ineficaces se llevan echando las culpas, unos a otros y los otros a los unos, sin nadie que asuma su propia culpa, mientras el pueblo intenta salvar al pueblo a base de palas y buena voluntad...(click sobre imagen o enlace para ver videopoema)

DÉCIMAS DE UNA RIADA

Dame una hebra de hilo negro

para enhebrar en la aguja,

la que a puntadas repuja,

con blanco brillo de acero,

pañuelos de luto negro,

para cuellos de agua y lodo,

para casas sin pucheros,

para ese pueblo guerrero ,

para ojos de llanto ciego.

Dame una hebra de hilo negro,

para coserle los labios

a todos los monosabios,

con blanco brillo de acero,

y a cada nombre de artero,

por avisar a destiempo

o aprovechando el momento,

en su silla soberana,

mandó alertas con desgana

mientras flotaban los muertos

 La vida y la muerte como parte de ella, no por esperada es menos imprevista, mientras arda la tea hay esperanza y vida, vive el momento, aprovecha la felicidad de cada instante. Carpe diem. (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)

La tea

Arde la tea, ilumina el sendero,

su llama oscila al compás de los vientos,

se resguarda de su azote en mi pecho,

todavía resiste a ser rescoldo.

Las horas, en manillas desfasadas,

suenan marcando un gastado compás

rendido por días, y meses, y años,

creyendo el cuento de nunca acabar.

Claudicó torpe la mirada altiva,

el axioma ya no es la solución

las tres proposiciones ya no bastan

al silogismo de mi verdad única.

Casi vislumbro el final del camino,

es el momento de mirar atrás,

deshojar las flores de lo perdido,

acunar en los brazos del destino

todo el amor que pudimos gozar.

Me cuelgo de sus manos salvadoras,

me duermo en su regazo y al despertar,

celebro un nuevo olvido de la Parca,

aún arde la tea de mi hogar.

 Homenaje al poeta andaluz Fernando Villalón y sus gañanías. Uno de los grandes olvidados de la Generación del 27 (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)

El poeta brujo

Brujo del silfidoscopio,

para violar la intimidad de las hadas,

la natura late en sus versos

al compás del corazón de la amada.

su pensamiento fue río,

con rumor de llanto y lucero.

Iluminada la flor en la penumbra,

cuenta los cuentos del alma,

prende fuego a la mar bravía

para encender la noche oscura,

y hacer cantar a la luna,

—viudita había de ser—

hasta los reflejos del alba.

Los toros negros dejaron de bramar,

ya no cabalga la jaca alazana

ni brillan unos ojos, faroles negros,

ni la boca es roja granada,

como lo fueron en el trienio

de su poesía gañana.

 Le habla a Paco de Lucía aquella, a la que tanto hizo sonar, su guitarra. (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)

SOY GUITARRA

Me falta el tacto de tus manos

acariciando mi cuerpo de mujer,

deslizando tus dedos sabios

por los trastes afinados de mi piel.

Te esperan, acordes y arpegios,

en un rincón olvidado de la estancia,

esos hijos que nunca fueron

una armonía, que en tu mente anidaba.

Ahora vivo entre dos aguas,

en la pena del silencio de mis cuerdas,

que fueron reflejo de luna,

en el recuerdo de cuando me tocabas.

Llevaste mi voz a otro puerto,

me siento, sin reproches, abandonada,

se acabaron ya los conciertos,

soy tu mujer, y soy viuda y soy guitarra.