viernes, 1 de noviembre de 2024

 Ocurrió en la noche de Tosantos (Hallowen). El diablo se hizo hombre y se enamoró de la bruja hecha mujer...(Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)


AQUELARRE

A salvo del azote de tu trenza,

cubierto de la lluvia de tus ojos,

hirviendo en el caldero de tu boca,

muriendo en el hechizo de tus senos.


Disfrutando el mal de ojos de tu nombre,

teniendo inoculado tu veneno,

mis venas ya no son, si lo pretendes,

caminos que lleven a tus terrenos.


Tus uñas son banderillas de muerte,

las espero en el centro del albero,

a pecho descubierto, Juan sin miedo.


Fui yo el que elegí el negro de tu pelo,

el que bebí de tu cuerpo de fuente,

y sucumbí al aquelarre de tu frente.


 A veces nos empeñamos en ser felices de forma genérica, sin darnos cuenta que la felicidad es más sencilla, es un traje hecho a retales de momentos felices, solo hay que saber vivirlos y valorarlos… (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)


LA FELICIDAD

¿Será el trino de un ruiseñor,

la desafiante carrera de un delfín

saltando a la proa de un barco,

la mirada nostálgica de un gato,

la cola oscilante y enérgica de un can,

ese que te recibe y salta al verte

como si hiciera un mes de tu ausencia?

¿Serán los bocas nidales abiertas 

a la llegada de la golondrina madre,

el caracol que sale cuando sale el sol,

el baile sincrónico del girasol,

el cloqueo alegre del gallinero?

o será que no sé cómo ser feliz

si a cada instante no te tengo


 Esta semana celebramos el centenario de la publicación del poemario "Marinero en Tierra " , de Rafael Alberti. El próximo martes, la Tertulia Literaria del Ateneo de Cádiz homenajea al autor por esta conmemoración y esta es mi humilde contribución. Espero que les guste. (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)


ALBERTI

Largo me lo fiaste en tus poemas,

añorando orillas y salinas,

increpando a la ruidosa gaviota,

por equivocar el camino en tu huida.


Ya no fue sólo la paloma

ni el norte fue nunca el sur

ni por muchos lamidos del lebrel

se limarán los pórticos siempre cerrados,

pues, tras la misma tapia de antaño,

sigue esperándote un cuchillo

con la hoja oxidada por los años.


Mucho tardaste en volver a casa,

por no dejar desnudo ese sueño,

y ya tu casa no fue más tu morada.


Aunque sigan resonando las tierras de España

en las herraduras de tu caballo

—aquella que fundiste en un abrazo con tu antágono,

sobre las tablas vespertinas de carnaval—

aunque dejaras por ella tus bosques,

e intentaras negociar al trueque con tus penas,

el invierno llegó sin medida,

nos dejó huérfanos de tu camiseta a rallas,

de tu gorra de patrón de yate y tu melena,

pero encintos de versos tras tu partida.


 Era la edad media y en Al Ándalus convivían (con sus más y sus menos) las tres grandes religiones: islamismo, judaísmo y cristianismo. Buena prueba de ello fueron las composiciones poéticas como la moaxaja, escrita en mozárabe y la jarcha que la culminaba y que se escribía en hebrero. 

En el siglo XXI, esta convivencia resulta imposible; ¿En que hemos avanzado?

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Madre, cómo aprieta esta estacha

unida a su cuerpo, goleta a la deriva,

al albor de los malos vientos,

cómo me arrebata, poco a poco, la vida.

Ni siquiera miró hacia el puerto,

en el que mi frente lloraba su partida,

sal, de su estela salpicada,

atravesaba cual puñales mis heridas.

Agité manos cual pañuelo

en el dolor profundo de la despedida,

preñado el pecho de su aroma,

ansiosos, secos los labios de su saliva.

Si toda muerte es abandono,

madre, prepárame el sudario de aguaviva,

acoge quieta en tu regazo

las cenizas de este amor sin contrapartida.


Ciérrame los párpados, madre,

y pon sobre ellos dos monedas,

así Caronte cobrará la singladura,

de la orilla abandonada a una orilla nueva.


 A veces me da por mirar atrás, con nostalgia de la niñez y me doy cuenta de cómo ha cambiado los tiempos, al menos en España, para la mujer. Que sí, que aún queda por avanzar, pero hoy no se extraña uno de las lágrimas de un hombre o de verlo cambiar pañales, por poner un ejemplo. (click en enlace o imagen para ver videopoema)


LABORES

Como vaya yo y lo encuentre, te enteras.

¿Qué hay de comer? ¡Comida!

Cuando tengas tu casa, harás lo que quieras;

mientras vivas aquí, harás lo que yo diga.


Si pepito se tira a un pozo, ¿tú te tiras detrás?

No tardes y tráeme la vuelta.

filosofía de madre, años sesenta,

¡Cómo han cambiado los tiempos!


Tiempos de fogones y batas de guatiné,

de lentejas, o las comes o las dejas,

de josifa, estropajo y jabón verde;

los hombres no lloran, 

no pises que está mojado,

pasa pegadito a la pared.


De la babucha teledirigida,

de padre ausente de sol a sol.

¡Cuando llegue tu padre te vas a enterar!


¡Cómo han cambiado los tiempos!

hoy la fregona no tiene dueño,

se reparten biberones y pañales,

tutorías en los colegios,

hoy cocina papá, mañana la madre.


Son denunciados los gañanes,

castigados por infringir tormentos.


Hoy tenemos los mismos acentos,

hoy somos versos iguales

en un poema de respeto y entendimiento,

y así miremos donde miremos

mujeres libres las queremos.


 Cuando se llega a una edad en que ya poco importa todo, se empieza a apreciar la vida y, algunos, hasta empezamos a vivir. (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)


VIVIR


Nada reverdece a tu alrededor

la luna, incluso, persiste eclipsada

desde aquel último eclipse total.


Desmoronan tus castillos aéreos

ni siquiera tus pies son ya de barro

tornaron en arenas movedizas.


Todo el entorno se mudó en ocaso,

no recuerdas la última amanecida,

hurtaron el azul de tu paleta,

hicieron muros de todas tus puertas,

crearon pared de cada ventana,

adoptaron a tus huérfanos versos

para que no formaran un poema.


Te sientes gota de agua en el desierto,

una estrella enana en una galaxia,

krill sustento a flote en el mar inmenso,

célula muerta en la piel del canalla.


Una amapola en medio del trigal,

o el beso iscariote de un mal amigo,

son mucho más necesarios que tú.


Si la parca te mira de soslayo,

tú la miras, desafiante, de frente,

porque le perdiste el miedo a la muerte,

pues solo tienes una puta vida,

y muy a pesar de todos los pesares,

es un disfrute vivir por vivirla,

romper de nuevo, tentar a la suerte.


 Ocurrió en la noche de Tosantos (Hallowen). El diablo se hizo hombre y se enamoró de la bruja hecha mujer...(Click sobre enlace o imagen pa...