UN AÑO
viernes, 24 de febrero de 2023
UN AÑO
sábado, 18 de febrero de 2023
La vida siempre nos sorprende, para bien o para mal. A veces nos regala con la memoria de lo vivido y otras, con la pena del olvido.
Yo no quiero que, si alguna vez, por mor del deterioro del paso de los años me olvido de tu nombre, tu no te olvides que siempre te quise, que fuiste mi primer y único amor y que así te lo compuse en mil versos y te lo conté en cada uno de mis poemas.
SI ALGUNA VEZ
Si alguna vez, no sé cuándo,
no supiera pronunciar tu nombre,
lo leeré en el reflejo de agua
sobre mis pupilas tatuado.
Si alguna vez, no sé cuándo,
me olvidara de ser un hombre
y me creyera alas prestadas
sobre un celeste olvidado,
sin labios que pronunciaran,
sin sonidos ni vocabulario
para poder decirte te quiero,
recuerda que alguna vez tuve manos
para trazar, sobre un papel en blanco,
cada palabra de amor
que lucen los diccionarios.
Si alguna vez, no sé cuándo,
por casualidad me echaras de menos,
búscame en cada verso que me oíste,
en cada poema que nació de tus abrazos.
El próximo martes, día 14 de febrero harán 36 años que Oli, mi compañera de vida, me dio el sí quiero en la iglesia de San Servando y San Germán de nuestro barrio de La Laguna. Las vicisitudes que han sucedido a lo largo de nuestro viaje vital han hecho madurar y fortalecer el amor que nos tenemos y lo mismo ocurre con el deseo, el desaforado deseo adolescente se ha dotado de paciencia y saber esperar, para gozar de esos preciosos momentos en que damos rienda suelta al placer de sabernos el uno del otro.
EL CANTO DEL CISNE
Anocheció sobre el mismo escenario
—océano de sabores contrarios—
goce de papilas, lenguas discretas,
alguien roza las dos únicas teclas
que atesora un piano de piel rosada.
Al ritmo del arpa de la almohada
el vello de cada sentido eriza,
la armonía facilita el sendero.
Vientos, maderas y metales suenan,
interpretan suspiros al unísono.
La percusión aún espera inquieta,
en el vaivén profundo de un acorde,
retando suave a las cuerdas de chelos.
Más tarde, en allegro, violines de éxtasis
fluyen al fin en el canto del cisne:
coral de dos, melodía y deseo.
martes, 7 de febrero de 2023
El erotismo es consustancial al ser humano, la poesía se impregna de su irrefrenable presencia y dibuja un cuadro hermoso del ya por si hermoso acto sexual, que es el fin, y así se describe en la literatura erótica desde tiempos inmemoriales. Esta semana, en el Grupo Literario El Ventanal, hemos tratado tratado este tema y una de mis contribuciones es la que os traigo en el videopoema de este finde.
SILUETAS
Acapara la atmósfera el reflejo
sobre las motas de polvo
de la desolada estancia.
Acudíamos en secreto.
—Ella con el miedo ancestral de la mujer marcada.
—Yo con la atracción maldita de lo prohibido
y no por ello inalcanzable.
Dos copas de un champagne
urgente de supermercado,
senos imperiales como horma,
su turgencia dio forma a mi deseo.
Frío el tálamo, dureza de suelo,
mi cuerpo desnudo fue el apoyo del suyo
y surtió de asiento a su cabalgada.
Llegó el deseo a su fanfarria,
no nos dijimos adiós,
marchamos tal como vinimos
y, sin embargo, sobre la fría solería
quedaron, grabadas en el polvo,
nuestras dos siluetas.
Este viernes tuvimos tertulia literaria y el tema propuesto fue "Fantasía". El alimento de los sueños, de los anhelos, incluso de los miedos y escaparate de los recuerdos. Mi videopoema de este finde se llama Luces y sombras y habla de esa excepcional facultad humana de reproducir, mediante imágenes, hechos pasado o futuros que se pretenden que ocurran, o que no lo hagan...a voluntad.
LUCES Y SOMBRAS
Mana la luz, es ignota la fuente,
trina la orquesta de ríos y mares,
ruge melodías —notas dispares—
componen la tormenta de repente.
Tiemblan cuerpos desnudos al relente
esperando el roce, temperatura,
erótica de metal, armadura,
gola que cubre el pecho de la andante:
esa que me lanzo a reto su guante
dañando la quietud de mi locura.
Cobra la cobra sin piedad su presa,
y sin embargo su mordida es vida,
pierde la luna en cada amanecida
como reina de luz deja su cresa,
panal de versos, fuente de promesas,
lenguas de otros vocean su porfía.
Alumbran, las estaciones umbrías,
las rotundas raíces del poema,
ese que como el incienso se quema,
moléculas de aroma y fantasía.
Sin apenas darnos cuenta, el desamor se coló por las rendijas del hastío… (click sobre enlace o imagen para ver videopoema) Suscríbete a mi...

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