domingo, 7 de diciembre de 2025

 Debe ser doloroso sentir ausencia de amor, tomarlo como algo ajeno a nuestra persona. Quien no ha sentido nunca amor, simplemente no ha sentido. (Click sobre imagen o enlace para ver videopoema)


AMOR AUSENTE

Nada está más lejos que el lejano ausente,
me abandonó con el aire irrespirable,
quedé sin aliento en mitad del camino
mi piel cianótica derrocha su huida.

Renuncio, sin él, a todo mi presente,
a su sutil textura, a su aroma amable,
a su cuerpo impreso en el lienzo de lino
a las noches preñadas de luz fundida.

Entendí su evasión y comprendí su éxodo,
no le ataba al tálamo ni a mi escritorio
las ansias por poseerle entre mis rezos.

En manos ajenas encontró acomodo,
acunado en trampantojo transitorio,
se olvidó que de su piel me dejó preso.

En parálisis del sueño, aún consciente
me extirparon el corazón sin dolor,
me marcaron a fuego sobre la frente:
—este cuerpo padece ausencia de amor—

 Lo que a medianoche lo siente como una vivida realidad, una pasión desenfrenada, al alba pudiera ser tan sólo un sueño... (click sobre enlace o imagen para ver videopoema)


Abierta la ventana de mi pecho,

para dejar volar a los mil pájaros

que anidan  el refugio de mi cuerpo.


Derrama la luz, soñolienta y pura

por la afín rendija de su mirada

sobre el tálamo, campo de batalla.


Rememoro el ayer de medianoche, 

añoro el nudo de su abrazo ardiente,

vertical sonrisa bajo su vientre.


Soy, al alba, solo desespero y pasmo,

mis dedos, por las calles de su espalda,

buscan un burdel llamado deseo.


La luz vence el filtro de las cortinas,

y aún me turba no saber su nombre

ni conozco el sonido de su voz.


Tan sólo sé que la noche acabada,

presta la mirada en su omiso pecho,

sentí el frío carente de su aliento.


La sábana tersa habla de la ausencia,

comienza para mi otro día más,

sobre el lecho quedó mi soledad.


 LLegan los frios, cae la mañana helada sobre la fina sábana de la última noche, el día se despereza, huele a pan recién hecho y a café sobre la mesa.

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DÉCIMAS DEL AMANECER

Sol luce terno de estratos,

haragán, duerme en la sierra,

al blanco manto se aferra,

muestra sus rayos a ratos,

consagrando al día en hiatos

se despereza, y despierta

los frutales de la huerta,

al trino de ruiseñores;

el campo entona labores,

la noche finge estar muerta.

Luna desnudita y yerta

cara presa en la fontana,

quiere huir de la mañana,

apenas el sol despierta.

la noche finge estar muerta,

el alba viste de nieve,

el día afirma ser breve,

la sierra blanca la espera

Luna cruza la frontera,

sobre los sembrados llueve.


 Fin de semana en Bornos celebrando el XII encuentro poetas de ahora (click sobre imagen o enlace para ver videopoema)


BORNOS


La luz cetrina arañaba

el cristal de la ventana,

troquelábamos la tarde con desgana

en el yunque nublado del horizonte,

le conferimos forma de noche oscura.


Nadie encendió la luz de la habitación,

el día se fue fugando

por la rendija abierta de las miradas

hacia la sierra negra, infinita y cercana.


Quise articular un nombre

más mi voz naufragó en las sobras del viento,

viento hambriento devorador de palabras.


Caía el cielo a gotas sobre la piedra, 

in crescendo el tintineo,

llegó a ser melodía desencadenada,

una partitura en el tapiz de un pueblo.


Conjugamos, al fin, el Verbo pervivir,

la noche oscura alumbró un orbe de versos,

cayó el poema por la cuesta empinada

tal como torrente nuevo,

fue escudo sobre dintel,

jardín secreto y alberca de señorona,

piedra. pozo. claustro, monjas de clausura,

fuente cantarina, mármol de Carrara,

única logia, Bornos, tierra encantada


 De que hablan los poetas en la mesa de un bar...dedicado a Charo, Juani, Oliva y Misea (Click sobre enlace o imagen para ver videopoema)


EN LA MESA DE UN BAR.


Sólo pedí un motivo para escribir,

una simple razón para enhebrar versos,

el mundo enmudeció, me privó de imágenes,

calló la lira olvidada en un rincón.


Nadie supo decirme como ocurrió,

seguramente el aire quedó sin ritmos,

la fontana ya no fue agua cantarina,

de la mar surgieron cientos de sirenas,

para dejarla sin cuentos que contar.


El bosque encantado se quedó sin voz,

los pájaros anidaban en silencio,

Gerión perdió, demente, sus tres cabezas,

no tienen las Hespérides ni jardín

ni  manzanas doradas para cuidar.


A todo esto, en una mesa para cinco,

nadie supo proponerme una diatriba,

razón para parir un nuevo poema,

entre las copas de Rivera del Duero

sólo pedí un motivo para escribir

en la mesa de un bar cualquiera.


  Debe ser doloroso sentir ausencia de amor, tomarlo como algo ajeno a nuestra persona. Quien no ha sentido nunca amor, simplemente no ha se...